La cuenca del río Tapajós en el sudoeste del Estado de Pará es una de las áreas de garimpo más grandes de Amazonia. Garimpo es el nombre que recibe en Brasil el lugar donde se busca oro. Brasil produce más de 100 toneladas anuales de oro, el 90% extraídas en Amazonia. Las principales zonas auríferas se reparten por el alto río Negro, Amapá, Roraima y los ríos Madeira y Tapajós. Se trata de oro extraído de forma individual, sin grandes tecnologías y sin que el gobierno intervenga demasiado. La explotación de los yacimientos es realizada por hombres y mujeres que tratan de escapar con un golpe de suerte a la miseria en que viven en sus lugares de origen. Se crean de esta manera ciudades fantasma en lugares inverosímiles en mitad de la selva, a los que solo se accede en avioneta o en largos viajes en canoa por el río. En estas ciudades la única ley es la del más fuerte y la única moneda el oro. No existen fronteras, demarcaciones indígenas ni prohibiciones para estas personas que en una auténtica fiebre del oro se separan de sus familias y de las comodidades de la civilización para enfrentarse a una espiral de trabajo, malaria, ganancias rápidas y gastos desmedidos. En las zonas de garimpo existen innumerables pequeñas pistas de aterrizaje en mitad de la selva que corresponden cada una a una pequeña explotación. En estas zonas se acaban formando pequeñas ciudades donde los garimpeiros de la zona van a proveerse de alimentos y maquinaria para trabajar. Una de estas pequeñas "vilas" con más tradición es Creporizâo, en el río Crepori, afluente del Tapajós. A lo largo de una única calle, en el más puro estilo del Oeste Americano, se suceden las casas-barracas de madera de los comerciantes que, al calor de la riqueza generada en los garimpos, han instalado su negocio en este "fin del mundo". La vida en el garimpo no es fácil, se trabaja día y noche, la malaria está generalizada, cualquier producto cuadruplica aquí su precio normal, y aunque en Creporizâo ya existan algunas comodidades como la electricidad, en las explotaciones (el baixâo) se vive en improvisados campamentos en medio de la selva. Pese a esto, los garimpeiros rara vez abandonan el garimpo, es como si el oro transmitiese un virus que se adueñase de las voluntades. Creporizâo es uno de los escaparates humanos más impactantes dentro del ya de por sí impresionante universo amazónico, que se ve gravemente afectado en los garimpos, que desvían el curso de los ríos, remueven sus arenas, excavan los barrancos y abren brechas en cualquier lugar de la selva donde se sospeche que se puede encontrar oro. Para llegar a Creporizâo es necesario partir de Santarem, en la confluencia del Tapajós con el Amazonas. El viaje lo cubren dos compañías rivales que a la vez son dueñas de numerosas explotaciones la TAIL (Taxi Aéreo Itaituba LTD) y la Taxi Aéreo Penna.